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Descripción: tras la grata y fructífera experiencia que supuso la instalación de un altar por parte de nuestro blog Pilas Cofrade para la festividad del Corpus el pasado año, hemos vuelto a aportar nuestro granito de arena para engrandecer más si cabe nuestro Corpus de Pilas al paso de Nuestro Señor por las calles de nuestro pueblo.
Hemos utilizado el término "fructífero" pues, como muchos recordarán, fue la imagen del Bendito Patriarca Señor San José de nuestra Iglesia Parroquial la que presidió nuestro primer altar, imagen que en décadas pasadas procesionó en paso propio formando parte del cortejo del Corpus. Gracias a su elección, muchos pileños redescubrieron esta preciosa obra anónima realizada en el siglo XVIII y en mal estado de conservación por lo que, animados por nuestro párroco, emprendimos el proyecto de la necesaria restauración de la cual, hablaremos muy pronto y que ya nos deja para la historia el Calendario Cofrade 2014 que editamos a finales del pasado año y cuyos beneficios obtenidos irán destinados a las mencionadas labores conservadoras.
Nuestra Señora del Carmen, preciosa imagen sedente de nuestra Parroquia, anónima del siglo XVIII y restaurada el pasado 2013, ha sido la talla escogida para presidir el altar que, reitero, volvimos a instalar en el precioso zaguán de la casa familiar de D. Juan de la Rosa, enclave único que le otorga cierta prestancia y señorío a todo lo que albergue, gracias a las preciosas pinturas que lo decoran por desgracia, en mal estado de conservación como la totalidad del caserón.
Nuestra intención fue la de presentar la imagen de la Virgen del Carmen a los fieles de forma inusual a como estamos acostumbrados a verla. Ella preside un precioso retablo en la nave del Evangelio dentro de nuestra Iglesia Parroquial. Por desgracia, a veces pasa desapercibida por muchos, tal vez por no ser titular de ninguna Hermandad ni presidir ningún culto interno o externo durante el año dedicado en su honor. No obstante, recordemos que el pasado año con motivo de su regreso tras la restauración a la que fue sometida, se celebró en nuestra Parroquia un Triduo a Nuestra Señora.
Documentos gráficos atestiguan que esta imagen formó parte del cortejo del Corpus en paso propio como también ocurriese con San José por lo que, de alguna manera, hemos recuperado su presencia en esta festividad y durante la procesión, así como el haber logrado que muchos pileños y foráneos que la desconocían hayan admirado su calidad artística y su belleza.
La Virgen fue expuesta bajo palio en el segundo cuerpo del altar. Para la confección de este palio se utilizaron unos antiguos paños bordados en oro sobre tisú blanco de principios del siglo XX y unos candeleros de plata de antigua factura que hicieron las veces de varales, situados sobre unos pedestales forrados en damasco rojo, como también lo fue la peana donde se situaba la Santísima Virgen. El frontal de la peana presentaba un antiguo encaje de oro que la remataba.
En la mesa de altar fue colocado un antiguo sagrario de bronce en cuyo interior se colocó un racimo de uvas, junto a espigas y margaritas amarillas. A un lado, un atril de plata sobre el que se colocó una Biblia y al otro, una bandeja de plata con el pan y un cáliz.
Fue exornado el conjunto con dos antiguas jarras colocadas sobre unos pies de columnas doradas, compuestas éstas por margaritas blancas y amarillas, colores pontificios en honor a los nuevos santos de la Iglesia, salpicadas con romero y racimos de uvas en la parte inferior. Ocho candeleros iluminaron a la Santísima Virgen, así como dos guardabrisas a cada lado de la imagen.
Todo el conjunto, que aparecía sobre alfombra roja y rodeado de macetas y romero, fue situado ante el cancel del zaguán, revestido para la ocasión a modo de dosel y donde se pudieron apreciar detalles como dos ángeles portando el escudo del Carmen. En la parte superior, pudimos ver exornado el antiguo azulejo de Nuestra Señora de la Soledad fechado a principios del siglo XX.
Como ya hiciésemos el pasado año, ante el altar y sobre toda la acera de acceso al zaguán, esparcimos romero que le otorgó al conjunto ese particular olor el cual, mezclado con el incienso, hacían las delicias de cuantos transitaban por allí.
Nuestro altar pudo ser contemplado y admirado desde la tarde del sábado gracias a su emplazamiento, siendo uno de los más elogiados en la presente edición de nuestro Corpus, por lo que expresamos nuestro mayor agradecimiento a todas las personas que nos transmitieron sus felicitaciones por nuestro trabajo, realizado con mucho cariño y respeto.
Agradecer también enormemente a D. Manuel Ávalos, nuestro párroco, siempre a nuestra entera disposición ofreciéndonos todo tipo de facilidades y aliento en la causa y a Doña María Mateos, por su amabilidad y entrega para con nosotros a la hora de facilitarnos la casa de la familia de la Rosa, previamente cedida por los propios hijos de D. Juan que, gustosamente, dieron el visto bueno a nuestro proyecto.
A instituciones como hermandades o nuestra Parroquia por la cesión de enseres y la propia imagen de la Virgen, imprescindibles para la elaboración de este altar efímero como imprescindible ha sido también la ayuda de familiares, amigos y vecinos que han prestado en todo momento su tiempo y servicio para que nuestro altar haya sido posible un año más. Así, mi abrazo más sentido a Mari Paz, Antonio Manuel, Víctor, Jesús, Antonio, Manuel, Joaqui, María, Joaquín, Pepi, Pilar y Auxiliadora.
Esperamos disfruten de estas fotografías donde, una vez más, volvemos a hacer historia.
Texto. Víctor M. Mudarra Fuentes.
Fotografías. Javier García y Víctor M. Mudarra.
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