En la mañana de este lluvioso domingo 10 de enero, donde despedimos la Navidad con la celebración del Bautismo del Señor, la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad ha amanecido ataviada de hebrea cuando falta justo un mes para la Cuaresma.
El motivo que ha llevado a la Junta de Gobierno a determinar este hecho no ha sido otro que el escaso tiempo que la imagen de la Virgen se nos presentaba de hebrea durante la Cuaresma debido a la celebración de sus cultos anuales para los que viste de Reina.
La denominada por los capillitas "pre-Cuaresma", nos ofrece la primera de sus imágenes de este año como la que ilustra este artículo donde vemos a María Santísima en su Soledad, radiante en su sencillez de hebrea y que ya nos anuncia el tiempo que se nos avecina de actos y cultos preparatorios a la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Texto. Víctor M. Mudarra Fuentes.
Fotografía. José Alberto Rodríguez Ventura.
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