Continuamos ofreciéndoles imágenes de nuestras Vírgenes ataviadas para este tiempo de Adviento y Navidad, centrándonos en el presente reportaje en la imagen de María Santísima en su Soledad.
Para esta ocasión, la imagen de Nuestra Señora luce saya de tisú de plata bordada en aplicación en la década de los noventa del pasado siglo, manto en terciopelo azul bordado en oro en la década del dos mil, y toca de sobremanto de tul bordada en oro. Llama la atención el tradicional lazo de pedrería que suele portar en estas fechas y que fue diseñado por un joyero sevillano situado en la Alfalfa y estrenado el Viernes Santo de 1991.
Enmarcando el bello rostro del que presume la hermosa imagen de la Virgen de la Soledad, contemplamos un tocado a tablas y confeccionado gracias a un tejido que alterna motivos plateados y dorados, así como cristalitos y lentejuelas, otorgándole un brillo particular. Brillo también el que desprende las estrellas que luce en su pecho, donación de su cuadrilla de costaleros en los años noventa, junto a los tradicionales broches que reproducen el emblema de la Hermandad así como su nombre.
Corona de plata sobredorada del siglo XVIII sobre sus sienes y un precioso pañuelo de tonalidades doradas el que porta la Virgen en su mano derecha, mientras que en la izquierda lo hace el rosario.
La querida imagen del Dulce Nombre de Jesús, el Niño Dios de las Carreritas, titular de esta Hermandad, abandonó su traje morado por uno celeste bordado en oro con encajes blancos, donación de una hermana en el año 2012, luciendo a su vez su juego de potencias de plata del siglo XVIII y la cruz triunfal.
Disfruten de las fotografías que nos acerca a la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad ataviada, una vez más, por Diego Colchero Barba:
Texto y Fotografías: Víctor M. Mudarra Fuentes.
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