Durante los días 20 al 22 de septiembre, ha tenido lugar en la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor, la celebración del Solemne Triduo a la muy antigua imagen de Nuestra Señora de los Dolores.
Como es habitual, la imagen de la Virgen presidió el altar mayor y este año con matices especiales, entre los que destacaron el atuendo de la Señora, compuesto por su tradicional saya de salida en terciopelo negro y bordada en oro y manto en terciopelo negro liso con la particularidad que lucía ráfaga y media luna, algo inusual en las imágenes dolorosas, más comunes y acostumbradas en las imágenes de gloria.
La ráfaga pertenece al a jugar de Madre de Dios de Belén y que la Virgen no acostumbra a usar; sin embargo ya la pudimos contemplar también en las Vírgenes del Sol en Sevilla y de los Dolores en Brenes y Salteras. La media luna pertenece al ajuar de Nuestra Señora del Rosario de nuestra Parroquia.
Por otro lado, la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo aparecía ante el altar mayor y bajo la imagen de la Virgen de manera excepcional; y es que la Agrupación, al cumplirse este año el cincuentenario de la imagen del Santísimo Cristo, ha querido que este acompañase a su Madre durante sus cultos, al igual que el último día presidió un Vía Crucis Extraordinario del que ya rendiremos cuenta en próxima galería.
Como podrán apreciar, el altar se distingue por su sencillez y humildad, compuesto de no muchos candeleros que iluminaban a la Virgen, dos faroles escoltando la imagen del Señor que aparecía sobre una peana forrada de terciopelo y metal dorado y cuatro jarras de flores en su mayoría margaritas blancas para la imagen de la Virgen.
Disfruten de las siguientes fotografías:
Texto: Víctor M. Mudarra Fuentes.
Fotografías: Juan Valladares Bernal.
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