Desde el domingo 21 al domingo 28 de febrero, la Hermandad de la Soledad celebró el Solemne Septenario Doloroso a las imágenes del Santísimo Cristo del Descendimiento y de María Santísima en su Soledad en la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor de Pilas.
Las imágenes presidieron el acostumbrado e impresionante altar de cultos instalado en el presbiterio de la Parroquia ante un dosel que tapaba el templete-retablo mayor. Ante el presbiterio fueron colocados los cuatro blandones dorados, también pudimos contemplar el estandarte corporativo de la Hermandad y la Bandera Cruzada con el emblema de la Cofradía.
El Santísimo Cristo del Descendimiento fue dispuesto tras la imagen de la Virgen, crucificado en su cruz sin su corona de espinas y luciendo el juego de potencias realizadas por el orfebre Gustavo Larios en 2013 en plata de ley con baño de oro.
La imagen de la Santísima Virgen de la Soledad, ataviada espléndidamente por su fiel servidor Diego Colchero, lució como novedad la saya en terciopelo azul bordada en oro por José Antonio Grande de León en 2004, fajín hebreo realizado por Mariano Martín en 2014 donado por una hermana y el manto de terciopelo azul bordado en oro por la escuela taller del bordado de Pilas en la pasada década. El rostro de la Virgen fue enmarcado por un tocado de tul de plata dispuesto a modo de tablas y rematado por encajes dorados, portando la corona de plata del XVIII, rosario, puñal y el emblema de María en su pecho, regalo de sus priostes en 2013.
Una profusión de velas pusieron luz al conjunto, donde también estuvo presente el relicario de la Beata Rafaela Ybarra, titular de la Hermandad y que fue venerado como es costumbre el penúltimo día del Septenario.
Diversas jarras compuestas por claveles y margaritas blancas, rematadas por compusieron el exorno floral de este bello altar de cultos que llenó de clasicismo y buen hacer los cultos de esta señera corporación.
Texto y Fotografías. Víctor M. Mudarra Fuentes.
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