Después de haber presidido el Nacimiento instalado en el altar mayor de la Parroquia de Pilas, las imágenes de la Santísima Virgen del Rosario y su Divino Hijo han regresado al altar que ocupan durante el año en la capilla sacramental. Para dicha ocasión, las imágenes han sido ataviadas exquisitamente con motivo de la celebración de la festividad de la Candelaria que tendrá lugar la próxima semana.
Como ya ocurriese para la Navidad, los hermanos Antonio Manuel y Pedro Anguas Rodríguez han sido los encargados de vestir a las imágenes, devolviéndoles una estampa retrospectiva. De este modo, contemplamos a la Virgen luciendo un manto en terciopelo burdeos liso con caída desde los hombros y no desde la cabeza como es habitual hoy día, siendo una antigua toca y encajes los únicos elementos que cubren sus sienes y enmarcan su bello rostro.
La magnífica y antiquísima saya de brocado y encajes sirve de traje para la Señora, rematada por una antigua cinturilla. Por otro lado, la imagen luce el tradicional cetro, así como la corona de plata y su ráfaga, siendo diversas joyas y un curioso encaje de tonalidades claras lo que exorna su pecho.
Por su parte, el Niño viste precioso y antiguo batón de cristianar, prenda en desuso desde hacía años pues no se recuerda la última vez que pudimos contemplar a la imagen luciendo este traje. Era una costumbre habitual en otras épocas al coincidir con la festividad de la Candelaria y recuperada por la Hermandad de Belén el pasado año, por lo que transmitimos nuestra felicitación a quien corresponda.
Texto y Fotografías. Víctor M. Mudarra Fuentes.
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