Con el siguiente reportaje completaremos las galerías dedicadas a la procesión de Nuestra Señora del Rocío el pasado sábado por Pilas con motivo de la Feria y Fiestas celebradas en su honor.
Pasadas las 21.30 h. del pasado 29 de junio, la Santísima Virgen salía a las calles de Pilas para procesionar por el recorrido más corto de los últimos años, ello debido a la decisión tomada por la Junta de Gobierno de acortarlo considerablemente debido a la falta de personal que quiere portar a la Virgen y por no agotar en demasía a los portadores del palio que gozan de pocos relevos.
Un año más pudimos apreciar como se trata de una procesión que no goza de mucho interés entre los pileños, al menos en la primera parte del recorrido que conlleva el paso de la Virgen por determinadas calles que la llevan hasta el recinto ferial.
Son muchos los factores que pueden influir en ello y muchas las medidas que desde nuestro punto de vista tendrán que tomar la junta de gobierno de la Hermandad del Rocío para realzar y engrandecer esta procesión, a la que poco a poco se le han ido suprimiendo elementos incentivos como representaciones, bandas de música, etc.
Pudimos apreciar como en el cortejo no figuraba este año la Cruz de Guía de la Hermandad escoltada por las tradicionales banderas blancas y verdes abriendo el cortejo, no sabemos si por algún motivo en concreto o por decisión de la Hermandad. Sólo el banderín del Grupo Joven y el Gallardete de la Hermandad acompañados por varas formaban parte del leve cortejo que antecedían las andas de Nuestra Señora.
La Virgen lucía guapísima gracias al estreno este año de una saya bordada que le favorecía notablemente, al igual que el Divino Pastorcito estrenó traje a juego con el de la Madre.
Tras la Parroquia la Virgen transitó por la Plaza Mayor y subió por la calle Pineda hasta llegar a la Ermita de Belén en torno a las diez y veinte de la noche. Allí, una representación de la Junta de Gobierno de la Hermandad de nuestra Patrona recibía en sus puertas a Nuestra Señora del Rocío y que como suele ser tradicional, cruzó el dintel de la puerta principal para postrarse ante las mismas plantas de la Santísima Virgen de Belén.
Tras el rezo de la Salve con sevillana incluida, el palio de la Señora abandonó la Ermita de Belén para dirigirse hacia la calle Antonio Becerril y adentrarse por el Parque Municipal llevándola así hasta el Real de la Feria.
Una vez allí la Virgen fue visitando como es tradicional cada una de las casetas que conformaron este año el recinto ferial, algunas menos que el pasado año pues la crisis afecta de sobremanera y la feria pileña también está sufriendo dichas consecuencias.
Es llamativo para muchos ver a la Virgen transitando por el real de la Feria, algo que no es común y que suscita el interés de visitantes que no suelen perderse esta cita, aunque muchos pileños prefieran irse de vacaciones y no acompañar a la imagen aprovechando los días de Feria, cada cual según sus prioridades.
Cada caseta hace entrega de un ramo de flores al paso de la Virgen por cada una de ellas, así como un donativo destinado a la Hermandad. En esta visita se suceden los vivas, alguna que otra sevillana y las palmas para recibir a la Señora, en cuyo honor no olvidemos que se celebra la Feria de Pilas y con su visita es cuando cobra sentido la misma.
Tras abandonar el recinto ferial, la Virgen regresó a la Parroquia en un ambiente algo desolador ya que son muchas las personas que se quedan en la Feria y pocos los que acompañan a la imagen en su regreso. En torno a la una y cuarto de la madrugada y este año sin volverse de cara al pueblo, la Virgen entró de frente en la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor, sede canónica de la Hermandad y donde quedó depositada en su capilla tras el rezo de la Salve.
Texto. Víctor M. Mudarra Fuentes.
Fotografías. Víctor M. Mudarra, Miguel Campos, Joaquín Mudarra, Juan Valladares y Cristóbal Morales.
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