Como ya ocurriese en 2015, la imagen de la Santísima Virgen de Belén ha dejado el atuendo de hebrea para ser vestida de dolorosa con motivo de la celebración del Quinario del Cristo de la Vera Cruz. 
En esta ocasión luce de luto riguoso al vestir la saya en terciopelo negro con bordados antiguos en repostero y manto liso en terciopelo negro con una breve greca cedido para la ocasión por su vestidor, Pedro Luiz Bazán. Prendido a la saya lleva un antiguo lazo perteneciente a su ajuar.
El tocado ha sido confeccionado a base de encajes con diversas tonalidades, destacando los encajes dorados, mientras que sobre sus sienes porta la corona de plata de ley bañada en oro que realizase el orfebre Jesús Domínguez en la década de los cincuenta del pasado siglo y que luce cada Jueves Santo.
Luce sobre su pecho el puñal estrenado el pasado año durante la estación de penitencia y el escudo en oro de la Hermandad, mientras que en sus manos porta pañuelo y rosario.
Texto y Fotografías. Víctor M. Mudarra Fuentes.
0 comentarios :
Publicar un comentario