Tras la Semana Santa, las imágenes pileñas de la Santísima Virgen volvieron a sus respectivos altares ya ataviadas para el tiempo de Pascua.
Como viene siendo habitual en los últimos años, la imagen luce saya de tisú con bordados en aplicación de la década de los noventa y manto en terciopelo rojo con bordados en aplicación en la década del dos mil.
Completa el atuendo un pañuelo realizado gracias a una antigua mantilla, un broche con el emblema de la Hermandad sobre su pecho y la corona del siglo XVIII en plata de ley.
En el presente reportaje podrán apreciar con todo lujo de detalles a la imagen de Nuestra Señora:
Texto y Fotografías. Víctor M. Mudarra Fuentes.

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