Hoy volvemos a nuestra Iglesia Parroquial y tras entrar por la puerta de San Rafael nos encontramos frente a frente la capilla de Nuestra Señora de los Dolores donde la bella y antigua dolorosa da la bienvenida a todo aquel que accede al primer templo de esta localidad.
La Virgen, caracterizada por su humilde ajuar, luce saya roja en terciopelo rojo liso con cinturilla, manto blanco de brocado y antigua toca de sobremanto de encaje francés. En esta ocasión no lleva corona sino una diadema bañada en plata realizada en la orfebrería de Emilio Méndez hace seis años.
Luce la imagen un escueto tocado tableado rematado en encaje, su tradicional corazón en el pecho atravesado por siete puñales, pañuelo de encaje y rosario; de todo ello podrán disfrutar en las siguientes imágenes:
Texto: Víctor M. Mudarra Fuentes
Fotografías: Juan Valladares Bernal
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