Desde nuestro portal cofrade informamos sobre la noticia del fallecimiento de Don Manuel Marroco Merino, anterior párroco de Pilas desde 1993 a 2001.Don Manuel, como era llamado por todo el pueblo, era natural de Cantillana (Sevilla) donde ya reposan sus restos, en una fecha donde el pueblo de Cantillana se hace asuncionista y pastoreño en amor a la Virgen.
De todos es sabido la "sana rivalidad" existente en Cantillana entre pastoreños y asuncionistas, aún así nuestro querido y recordado párroco, ha sabido escoger el momento de su marcha con Dios Padre y la Santísima Virgen y éste ha sido en una fecha intermedia entre las fiestas de una y otra Hermandad.
Hemos de destacar algunos de los acontecimientos trascendentales sucedidos en la comunidad parroquial y el mundo cofrade durante la estancia de Don Manuel como párroco en Pilas y en los que tuvo mucho que ver su mano, como por ejemplo, la Coronación Canónica de nuestra querida Patrona, el desarrollo de las Misiones, la construcción de la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús, la recuperación de los cultos y procesión a Nuestra Señora de los Dolores, los cultos y procesión a Nuestro Padre Jesús Cautivo, el fomento de la creación de la realización de la imagen de La Borriquita, entre otras cosas, siendo su último acto cofrade en Pilas la bendición de la talla del Santísimo Cristo del Amor en su Sagrada Entrada en Jerusalén en la Iglesia Parroquial en septiembre de 2001.
Desde nuestro portal cofrade valga una oración por el eterno descanso de nuestro siempre "Don Manuel".
Fotografía: Bendición de las dependencias de la Casa Hermandad de la Soledad de Pilas. Boletín "Soledad" año 2000.
3 comentarios :
Que descanse en paz. Muchos pileños y pileñas no te olvidan.
Descanse en paz.
Fue una persona entregada a su misión como sacerdote, aunque no siempre del todo comprendido.
El Señor lo acoja con los brazos abiertos.
Un cura muy cofrade sí señor, gracias a su iniciativa y a la de otros tenemos al Cautivo en la calle, tuvo que llegar él para darle culto al más grande de Pilas.
Un abrazo muy fuerte Don Manuel, que el Cautivo le tenga en su gloria.
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